lunes, 28 de abril de 2008

Ciudad e insostenibilidad

Las ciudades son los actores principales de la insostenibilidad de nuestro planeta (el 80% del CO2 tiene su origen en las actividades urbanas y consumen más del 70% de la energía generada por la humanidad). Sin embargo, a la vez que son ser parte del problema, también son parte fundamental de la solución: la ciudad y el territorio son el lugar donde se interrelacionan las dinámicas sociales, ambientales y económicas, son por lo tanto el lugar de integración de las acciones, iniciativas y proyectos estratégicos de desarrollo desde el paradigma de la sostenibilidad, es decir, un tipo de desarrollo que considere de forma integrada y equilibrada los aspectos económicos, sociales y medioambientales.

La ciudad es un artificio natural de la especie humana y el principal agente vertebrador del territorio, que se organiza mediante de un sistema de ciudades. Este sistema representa la base física sobre la que se sustentan las actividades humanas, por lo tanto, de cómo sean y se organicen dichas actividades, se derivaran diferentes modelos urbanos. Historicamente, diferentes modelos económicos y sociales han generado diferentes modelos y sistemas urbanos, que a su vez han evolucionado al compás de la evolución económica y social de las sociedades.


Esta relación entre la ciudad y los modelos socioeconómicos, explica porqué las ciudades son los principales actores de la insostenibilidad: la ciudad actual responde al paradigma de desarrollo actual, basado en la idea de unos recursos naturales inagotables y donde el crecimiento económico es considerado como principal objetivo y motor de desarrollo independientemente de los sus consecuencias sobre los aspectos sociales y medioambientales. Por lo tanto, un nuevo modelo económico y desarrollo basado en el paradigma de la sostenibilidad pasa obligatoriamente por modelo de ciudad y organización territorial diferente basado en los parámetros de la sostenibilidad.

No es posible un cambio de paradigma de desarrollo de una sociedad sin cambiar la base física que sustenta y condiciona su actividad.

Reflexiones sobre la inmigración y la ciudad (II)

Vivir la diversidad


Una de las principales características de la sociedad actual es la diversidad. El fenómeno migratorio ha transformado el mosaico social de nuestra sociedad en un mosaico aun más complejo. Nuevos idiomas, religiones, culturas, valores, tradiciones etc. son ahora parte de nuestra riqueza social y cultural.

La ciudad actual es un espacio donde se viven y sienten nuevas atmósferas. Nuestra ciudad es ahora más rica que antes y de cómo se gestione y desarrolle esta nueva riqueza cultural dependerá en gran medida el grado de su madurez. Porque una ciudad es madura cuando es capaz de convivir sin problemas en su diversidad.

Sin embargo nuestras ciudades todavía se encuentran lejos de llegar a esa madurez. Tenemos miedo a la diversidad o por lo menos guardamos ciertas distancias y seguimos desconfiando de lo extraño y lo ajeno. Estamos aprendiendo a convivir con lo diferente, aunque no sepamos muy bien realmente que es lo que eso significa. Así, decimos que la integración social de los inmigrantes es uno de nuestros objetivos principales, pero a duras penas llegamos a definir vagamente que entendemos por integración.

Sin embargo, uno de los errores en los que caemos es el de pensar que la integración es un problema únicamente de los inmigrantes. Todavía no somos concientes de que nosotros mismos nos hemos de re-integrar en nuestra nueva sociedad, no somos conscientes que la integración pasa por convivir sin complejos con esta diversidad, que es uno de las nuevas y mas importantes características de nuestra sociedad.

miércoles, 16 de abril de 2008

Reflexiones sobre la inmigración y la ciudad (I)

Asumir el cambio



Tener que emigrar de tu país obligado por las circunstancias y la falta de unas perspectivas de vida mínimas, es un drama que sufren millones de personas que se ven forzadas a convertirse en inmigrantes económicos o refugiados en contra de su voluntad.

Ver y experimentar como tu barrio de toda la vida se transforma y se convierte en un lugar extraño con el cual cada vez te es más difícil identificarte, es un drama que viven miles de personas que ven como su lugar construido a lo largo de los años deja de pertenecerles y se les vuelve desconocido.

Las migraciones han sido históricamente y son en la actualidad motor de cambio social de las ciudades. Sin embargo y por desgracia, la historia de las migraciones se caracteriza no por unos movimientos poblacionales deseados y buscados, sino por la obligación y en muchos casos la desesperación de vida o muerte que generan las desigualdades sociales del planeta que genera sistema económico que lo rige.

Pero sobre todo, la migración supone cambio. Supone un profundo cambio para el inmigrante que deja su país de origen para llegar a un país desconocido y en muchas ocasiones muy diferente al suyo. Supone un profundo cambio para el ciudadano de la sociedad receptora que ve como la sociedad en la que ha crecido y se ha socializado cambia y se diversifica.

El punto en común entre el inmigrante y el autóctono, es que ninguno de ellos ha elegido dicho cambio, a ninguno de ellos le han preguntado sobre ese cambio. Sin embargo, llega un momento que ambos se juntan y se convierten en vecinos, en muchos casos muy a su pesar. Y así surge el conflicto, un conflicto que no es más que el reflejo de un proceso de cambio social, porque todo cambio social tiende a venir precedido de una situación de conflicto. Este clima de conflicto social se percibe y se vive en la ciudad, con diferentes grados, diferentes manifestaciones, algunas visibles y otras latentes.

Sin embargo, un punto de partida básico para superar esta realidad de conflicto es la de asumir la inevitabilidad del cambio. Desde el mismo momento que se produce la migración la realidad tanto del inmigrante como del autóctono que lo recibe se transforma y la vida anterior pasa a representar el pasado que no volverá a ser. Asumir el cambio no es fácil y necesita de un largo proceso de adaptación. Pero es el punto de partida básico para la cohesión social de la nueva sociedad que esta tomando cuerpo en nuestra ciudad.